En el corazón del distrito medieval de Gamla Stan, en Estocolmo, uno de los restaurantes más antiguos del mundo, Gyldene Freden , ofrece una muestra de la cocina tradicional sueca. Desde su apertura en 1722, Gyldene Freden ha brindado a sus comensales una experiencia gastronómica gourmet y un vistazo a la historia de Estocolmo. Sin embargo, hasta hace poco, el restaurante carecía de un sistema de sonido que complementara su ambiente clásico. Con tantas salas y peculiaridades arquitectónicas, se eligieron los altavoces Genelec Smart IP para una solución de audio que conservara su encanto atemporal.
Los propietarios de Gyldene Freden recurrieron a los especialistas en instalación y control de We Make Noise para instalar el sistema. « Genelec fue la elección obvia para nosotros», afirma Emil Varli, quien dirigió la instalación de We Make Noise. «Creemos que hay muy pocas marcas que puedan ofrecer un altavoz tan compacto y completo como el modelo 4420 Smart IP, y eso es justo lo que necesitábamos. Además, los propietarios ya conocían Genelec, lo que evitó cualquier consulta sobre otros fabricantes».
Debido al carácter histórico del edificio, era inevitable encontrar problemas acústicos. «Dado que el restaurante ocupa varias plantas y tiene muy pocas posibilidades de instalar nuevo cableado, una instalación de sonido tradicional era impensable», explica Varli. «Sin embargo, pudimos aprovechar la red de datos existente e implementar una solución basada en Dante para la gestión de zonas y fuentes».
Para instalaciones como esta, donde la estética es tan importante como la funcionalidad, los altavoces Smart IP son una solución de primera gracias a su configuración de un solo cable. La alimentación, el audio y el control se suministran a través de un solo cable CAT, lo que reduce la necesidad de cableado intrusivo. «Usar Smart IP permitió lograr una instalación elegante y un sistema de sonido excelente con relativamente poco cableado que distrajera la belleza del restaurante», añade Varli.
Meetech , proveedor sueco líder en audio y video, se encargó de la gestión del proyecto, la puesta en marcha y la programación del sistema Smart IP. «El sistema está construido sobre una plataforma BSS, ampliado con Dante y equipado con paneles de control de volumen locales en cada zona», explica Martin Marten, director de tecnología de Meetech. «Está preparado para subwoofers activos mediante adaptadores Dante AVIO, lo que permite flexibilidad o futuras actualizaciones. La reproducción de música se realiza mediante dos unidades Sonos Port». Si bien el carácter histórico del edificio presentó complejidades iniciales, la instalación final resultó en una solución optimizada y fácil de usar para el personal a diario. «Durante la puesta en marcha, el software Genelec Smart IP Manager resultó invaluable», añade Marten. «Facilitó la identificación y configuración de cada altavoz. Todo se realizó de forma rápida y eficiente».
“Se instalaron catorce altavoces 4420 en las esquinas del techo con soportes de pared ajustables 8000-422 , pintados en una gama de colores que combinaban con la decoración única de cada sala”, continúa Varli. “Solo necesitábamos un subwoofer activo 7050 , ubicado donde estaría la pista de baile, complementado con dos altavoces 4430 más grandes para mayor impacto. Si hubiéramos elegido otro fabricante, sin duda habríamos tenido que añadir subwoofers en varias zonas para lograr la misma calidad de audio”. Integrados a la perfección con las paredes de Gyldene Freden, los altavoces crean una atmósfera serena que recuerda la icónica historia del restaurante.
“Gyldene Freden siempre ha sido mucho más que solo comida”, concluye Karl Törngren, actual propietario del restaurante. “Durante más de tres siglos, la historia, la cultura y los recuerdos han sido parte integral de la experiencia. Con el apoyo de We Make Noise y Meetech, el sistema de sonido Genelec introduce un nuevo nivel de elegancia y ambiente, a la vez que se centra en lo que realmente importa: nuestros comensales y su experiencia gastronómica”. Al combinar tradición e innovación, Gyldene Freden no solo honra su rico legado, sino que también eleva la experiencia gastronómica con un paisaje sonoro que complementa la herencia culinaria de Suecia.
