Micrófonos DPA brillan en álbum y gira de Bad Bunny

May 23, 2025

Carlos Fernando “Carlitos” Lopez no solo ganó un GRAMMY® y un Latin GRAMMY®, también ganó algo aún más difícil: combinar sin esfuerzo la música clásica con la popular. Este productor, compositor y director colombiano fue el encargado de co-producir el hit de Bad Bunny “Nadie Sabe” (2023), una bomba que arranca con una orquesta completa y se vuelve épica desde el primer segundo.

Pero no quedó ahí: Lopez se subió al avión con Benito para su gira por EE.UU., Canadá y Puerto Rico, dirigiendo el Philharmonic Orchestra Project (POP), que tocó en vivo los temas del reggaetonero con arreglos sinfónicos. Como si fuera poco, POP también abrió los shows con composiciones originales de Carlitos.

“Benito ama todos los estilos musicales, y quiso arrancar su disco con un sonido bien clásico”, cuenta Lopez. “Compuse música orquestal especialmente para ‘Nadie Sabe’ y la grabamos con una orquesta en Praga. De ahí salió la idea de llevar la orquesta a la gira, y él me pidió que la dirigiera. También me encargó nuevos temas para abrir los conciertos, que compuse en solo unos días”.

La pasión de Lopez por la música viene de familia: su abuelo era cantante de ópera, y desde chico supo que ese era su camino. Hoy, ya sea en el estudio o en el escenario, apunta siempre a lo mejor. Por eso, cuando se trata de equipos, no duda: su herramienta clave son los micrófonos DPA.

“Desde el primer momento pedí estar involucrado en la elección de los micrófonos para la gira”, cuenta. “Ya había usado los DPA en estudio y sabía que quería ese mismo sonido en vivo. Como la orquesta en vivo era más chica que la del estudio, los micrófonos eran fundamentales para mantener la sensación de un gran ensamble”.

En estudio, Lopez usa tres 4006A en configuración Decca Tree, lo que representa el 80% de su mezcla. Los 4099 CORE le sirven para captar detalles como el piano, la celesta o el arpa. En vivo, se apoyó en los 4099 para cuerdas y trombones, y en modelos como el 4011A, el 2011C y el 4018 para secciones más delicadas o potentes, como percusión y bronces.

“La gira fue en formato 360, con el público alrededor del escenario y los parlantes distribuidos por toda la arena. Teníamos un bombo gigante que hacía temblar el lugar, y el 4018 captó todo sin distorsionar. Una locura.”

Lopez también escribió arreglos orquestales para temas que originalmente no los tenían. En “Mónaco”, por ejemplo, incluyó un glockenspiel y usó el 4006A para grabarlo. Ese arreglo fue parte del set de Bad Bunny en los Juegos de París, y fue tan preciso que el equipo de Benito volvió a pedirle recomendaciones de micros. Obvio: DPA.

Más allá del sonido, la durabilidad fue clave: “Fueron más de 50 shows en cuatro meses. Teníamos que desmontar todo en dos minutos. Los DPA se bancaron todo sin quejarse. Esos micrófonos no solo suenan bien: son soldados de gira”.

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